La fallida estrategia de Felipe Calderón ha costado ya la vida de cerca de 50 000 personas, una cifra alarmante. Ante esta situación el gobierno federal no solo no ha reconsiderado su estrategia sino que ha decidido incrementar la presencia de militares en el país, generando un clima de violencia y miedo aún peor.
La llamada “guerra contra el narcotráfico” es en realidad una guerra preventiva dirigida para controlar y amedrentar a la sociedad, esta idea se confirma al observar que los muertos de esta guerra son estudiantes, mujeres, obreros, campesinos y el pueblo trabajador en general. Mientras tanto los capos del narcotráfico mantienen nexos muy estrechos con políticos. Ejemplo de ello es el vínculo entre el Chapo Guzmán y el cartel de Sinaloa y el gobierno federal, lo cual ha sido arduamente investigado y corroborado por diferentes periodistas.
En este sentido la afirmación de que vivimos en un narco estado tiene plena validez, y, si es así cabe preguntarse entonces ¿Qué se busca con esta guerra que ha costado tanta sangre? Calderón arriba por medio de un fraude electoral, busca rápidamente legitimar su imagen mandando al ejército a las calles a “combatir” a los cárteles no afines al gobierno y comienza la muerte de personas inocentes. Más aún, el plan Mérida es un acuerdo por medio del cual el gobierno mexicano se compromete a iniciar una guerra interna “contra el narcotráfico” a cambio de recibir apoyo económico y de inteligencia militar desde Estados Unidos.
No conforme con tener a los cuerpos represivos del estado en las calles amedrentando a la sociedad, desapareciendo a luchadores sociales y activistas y violando derechos humanos, el Estado mexicano ahora intenta modificar la Ley de Seguridad Nacional, está modificación faculta al ejecutivo a declarar “estado de excepción” en zonas del país, es decir suspender las garantías individuales de los ciudadanos, además de que permite que el ejército intervenga en cuestiones políticas y sociales, legaliza el arbitraje, los cateos sin ordenes previas y propone otros mecanismos encaminados a mantener el control de la población.
Ante estos hechos desde el Colectivo Ratio hemos impulsado la Coordinadora Metropolitana Contra la Militarización (COMECOM) participando activamente para frenar esta política militarista. La COMECOM junto a otras organizaciones del país creemos que la manera de frenar esta lamentable situación que atraviesa el país es por medio de la movilización independiente y combativa y llamamos a las organizaciones y movimientos sociales a conformar el Primer Encuentro Nacional Contra la Militarización del País. Creemos que solo la unión de las organizaciones estudiantiles, obreras, campesinas, de derechos humanos, intelectuales y demás sectores de izquierda, luchando juntos en las calles y organizados logrará acabar con esta guerra, formulada, al final para mantener los privilegios de la burguesía en un sistema que se desmorona por todas partes.
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