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El Colectivo Ratio una organización política revolucionaria de jóvenes, que busca transformar de fondo el sistema económico, político y social que funciona actualmente. Trabajamos en la búsqueda de una sociedad justa, sin explotados ni explotadores y en armonía con el medio ambiente. Entendemos que esta sociedad es opuesta a la imperante y sólo se podrá realizar cuando el pueblo trabajador tome consciencia y decida acabar con este modelo de desarrollo, imponiendo un modelo que nos beneficie a todos y a todas, y no solo a unos cuantos, un modelo donde no sean las cosas lo importante, sino sean las personas, los pueblos y la naturaleza lo importante, en resumen un modelo socialista.

martes, 1 de septiembre de 2009

¿Por qué ecosocialismo hoy?





Un socialismo digno del nombre tendrá que ser ecológicamente orientado, es decir, tendrá que ser un "ecosocialismo" consagrado a restaurar la integridad de nuestra relación con la naturaleza. La producción dentro del ecosocialismo debe orientarse hacia la reparación del daño de los ecosistemas y promoviendo ecosistemas florecientes.

“Cuando el tema es ecología y socialismo, lo primero a considerar es hasta qué punto la razón capitalista está llevando a nuestro pequeño planeta -y a los seres vivos que lo habitan- a una situación catastrófica desde el punto de vista del medio ambiente, de las condiciones de supervivencia de la vida humana y de la vida en general.”

“El crecimiento exponencial de la contaminación del aire en las grandes ciudades, del agua potable y del ambiente en general; el calentamiento del planeta, el principio de la fusión de los glaciales polares, la multiplicación de catástrofes "naturales"; el principio de la destrucción de la capa de ozono; la destrucción, a una velocidad creciente, de los bosques tropicales y la rápida reducción de la biodiversidad por la extinción de miles de especies; el agotamiento de tierras, su deseritficación; la acumulación de basura, principalmente nuclear, imposible de manejar; la multiplicación de accidentes nucleares y la amenaza de un nuevo Tchernobyl; la contaminación de la comida, las manipulaciones genéticas, las "vacas locas", la carne con hormonas. Todas las luces están rojas: es evidente que el curso enloquecido de las ganancias, la lógica productivista y la mercantilización de la civilización capitalista/industrial nos conduce a un desastre ecológico de proporciones incalculables. No es ceder al «catastrofismo» el constatar que la dinámica del «crecimiento» infinito inducido por la expansión capitalista amenaza los fundamentos naturales de la vida humana en el planeta.”

El desarrollo del capitalismo ha profundizado en estos años las dos crisis que alimenta con su producción, circulación y reproducción cada vez más ampliada:

1) la crisis de la condición humana, que se manifiesta de dos modos: a) como extensión de la miseria material en el mundo (la inmensa mayoría de humanos a nivel mundial sobreviven apenas en la pobreza extrema, mientras aumenta el desempleo, el subempleo y la sobreexplotación de empleos precarios); y b) como profundización de la miseria espiritual por el deterioro de valores y expectativas así como por la generalización de modos de vida enajenados, hetéronomos, vacíos, consumistas y productivistas, que sólo promueven anomia y patologías sociales (violencias, adicciones, suicidios, etc.); y

2) la crisis ecológica, que resulta de la contradicción entre la lógica capitalista (depredadora, rompiendo equilibrios en la búsqueda de ganancias rápidas) y la lógica de los sistema ecológicos (de renovación y equilibrio a largo plazo).

Hay, entonces, una necesidad de ecosocialismo en el mundo actual. Hay una imperiosa necesidad de una política anti-capitalista, pos-capitalista, que ponga un freno al tren del Progreso o Desarrollo devastador; hay una urgente necesidad de evitar la catástrofe y la barbarie a la que nos encamina un Capital enajenado en su producción ilimitada, alienado en el productivismo-consumismo que arrasa con los recursos naturales, enloquecido por su sed de ganancias. Esa necesidad de conectarnos de otro modo con la naturaleza, de cuidar nuestro entorno natural por respeto a la biodiversidad y a la propio humanidad, también ha sido expresada por las corrientes ecologistas. Y es que el ecologismo y el socialismo comparten necesidades y valores cualitativos, irreductibles a los valores monetarios o del mercado.

http://www.rebelion.org/noticia.php?id=46712
http://www.ecoportal.net/content/view/full/74096

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