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El Colectivo Ratio una organización política revolucionaria de jóvenes, que busca transformar de fondo el sistema económico, político y social que funciona actualmente. Trabajamos en la búsqueda de una sociedad justa, sin explotados ni explotadores y en armonía con el medio ambiente. Entendemos que esta sociedad es opuesta a la imperante y sólo se podrá realizar cuando el pueblo trabajador tome consciencia y decida acabar con este modelo de desarrollo, imponiendo un modelo que nos beneficie a todos y a todas, y no solo a unos cuantos, un modelo donde no sean las cosas lo importante, sino sean las personas, los pueblos y la naturaleza lo importante, en resumen un modelo socialista.

domingo, 23 de septiembre de 2012

Un nuevo ascenso en la lucha de clases. La teoría marxista y la práctica política.

Un nuevo ascenso en la lucha de clases 
La teoría marxista y la práctica política
Farid Reyes 

Con la caída del muro de Berlín, el inmediato descredito del llamado “socialismo real” y el auge de las ideas neoliberales, la izquierda revolucionaria en el mundo se reacomoda; miles de militantes desilusionados se refugian en partidos reformistas mientras que la academia crítica sufre un duro golpe en todas sus áreas. Por su parte, la juventud en el mundo deja de lado la lucha por la posibilidad de transformar su realidad para pasar a formar parte de una generación apática políticamente, la llamada “generación X” sería resultado de un muy bien orquestado golpe ideológico que, con matices en diferentes regiones, haría que la juventud dejara de lado la lucha social para pasar a ser observadora de la política. 
Mientras tanto la élite económica consolidaría su poder imponiendo en todo el mundo la idea de la competencia y del mercado, llegando a todas las regiones en el planeta, desde Asia hasta los países europeos de oriente antiguos pertenecientes al bloque soviético. La idea de un gran mercado global que facilite las transacciones y permita a los pueblos acceder a los beneficios del libre comercio no deja de repetirse en los discursos oficiales y con poca resistencia se impone en la agenda económica como una prioridad.

En las diferentes aéreas del estudio y la investigación se desplazan las tesis marxistas: en la filosofía toman fuerzas las ideas posmodernas que buscan desacreditar la idea de una sociedad dividida en clases antagónicas para pasar a las ideas de la “multiculturalidad”, la necesidad de filosofar en torno a nuestra realidad material es dejada de lado y se filosofa de forma idealista; en la economía el paradigma neoclásico se impone, con las criticas keynesianas y postkeynesianas correspondientes pero siempre buscando legitimar el modelo capitalista en sus diversas formas, la teoría objetiva del valor se desplaza del análisis; en la ciencia política los postulados apológicos de la democracia liberal junto a las tesis de la “real politik” reemplazan los análisis que versaban en la comprensión del Estado como un conjunto a aparatos al servicio de las clases dominantes. De forma similar en las diferentes ciencias sociales se da por sentado que el cuerpo teórico marxista está superado, surgen cientos de autores críticos del marxismo y autores que se reivindicaban marxistas abandonan este conjunto de planteamientos.

En México la derecha en el poder aliada con la socialdemocracia aprovecha para ganar hegemonía en las universidades públicas; los planes de estudios son duramente modificados, las organizaciones estudiantiles pierden fuerza y se implementan reformas que buscan desvincular a la comunidad universitaria con las problemáticas sociales de su entorno. En el mundo entero el movimiento obrero se mueve a la defensiva, seguido del movimiento estudiantil y el campesino.
En los años en los que el conjunto de políticas económicas y sociales agrupadas en la doctrina neoliberal ganan terreno político, en el terreno ideológico las ideas asociadas al individualismo y a la inmovilidad política también se fortalecen.

Con importantes coyunturas que significaron resistencias fuertes a nivel general como el levantamiento armado del zapatismo, las luchas altermundistas o la oposición a la guerra de Irak, el capitalismo neoliberal continuo imponiéndose por medio del consenso y la fuerza, pero sobre todo en función de la poca resistencia organizada de las clases dominadas.

El desenvolvimiento propio de la dinámica capitalista, siendo este un sistema consolidado en el planeta entero ha generado un conjunto de problemáticas sociales muy graves, pasando de la gigantesca migración de países periféricos a países centro, al deterioro en las condiciones de vida de la clase trabajadora en el mundo por medio del desmantelamiento de prestaciones sociales o los problemas asociados a los niveles de desempleo en países imperialistas resultado de la deslocalización de empresas en busca de mano de obra barata.

Por otro lado, el consumismo que viene de la mano de la sociedad capitalista ha resultado en la sobre explotación de materias primas y recursos naturales que enfrentan a la humanidad a una crisis climática que amenaza con catástrofes ecológicas sin precedentes, para darnos una idea de esta realidad, mencionar que el 70% de los ríos en el mundo ya no están llegando al mar mientras los desiertos han aumentado su extensión en un 150%. Refutando las ideas maltusianas que buscan atribuirle la crisis ambiental al crecimiento poblacional, debemos decir que, si bien el incremento desmesurado de la población trae consigo problemáticas importantes, este crecimiento está condicionado por el desarrollo del modo de producción dominante.

En México la dinámica capitalista neoliberal tiene consecuencias desastrosas: más de 80 000 muertos en el último sexenio gracias a una política de combate a una problema de salud pero sobre todo en función de las precarias condiciones de vida que se hallan en campo mexicano resultado entre otras cosas de la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte las cuales orillan a miles de personas a sumarse a las filas de la delincuencia organizada.

No obstante este sombrío panorama, la reciente crisis económica y financiera ha logrado despertar en los trabajadores y en la juventud una nueva conciencia de la necesidad de ser participes de su realidad, de un par de años a la fecha no han dejado de ser noticia las enormes manifestaciones de rechazo a los planes de ajuste en Europa, las manifestaciones estudiantiles en Chile o en Canadá que buscan educación pública o las protestas de miles de personas en el centro neurálgico del capitalismo, Estados Unidos donde el movimiento Occupy ha hecho visible el descontento de un gran sector de la población con el multimillonario rescate a la banca y a los grandes consorcios.

Este clima de movilidad política ha también generado condiciones propicias para que el marxismo avance y gane terreno, pensadores marxistas contemporáneos día con día son descubiertos por cientos de estudiantes, así de Slavoj Zizek a Michel Lowy, de Claudio Katz a Bolivar Echeverria y de David Harvey a Adolfo Sanchez Vazquez, por mencionar algunos, intelectuales que reivindican la lucha de clases no dejan de tomar fuerza en los debates y las discusiones académicas.

Cada día más jóvenes se dan cuenta de la actualidad del paradigma marxista, y de la importancia de retomar este planteamiento y actualizarlo si de intervenir con la realidad política se trata, autores clásicos son desempolvados y las frases de Lenin, de Gramci, de Trotsky o de Rosa Luxemburgo no dejan de recorrer el facebook y el twitter.

Podemos decir que la falta de claridad política en movimientos sociales contemporáneos como “los indignados” en España es un factor que les impide lograr el freno a las reformas de Rajoy, pero también es cierto que las organizaciones socialistas anticapitalistas en general se han fortalecido enormemente con este auge de lucha, lo mismo en Chile y, por supuesto en México donde el movimiento YoSy132 acerca a miles de estudiantes con organizaciones socialistas y revolucionarias, o en Grecia donde la izquierda revolucionaria alcanzo en las últimas elecciones una gran cantidad de votantes y quedo únicamente a cinco puntos de ganar las elecciones, para darnos una idea de que propone esta izquierda mencionamos algunos puntos de su programa:

1.- Subir el impuesto de la renta al 75% para todos los ingresos por encima del medio millón de euros anuales.

2.- Prohibir los derivados financieros especulativos.

3.- Poner en marcha comedores en los colegios públicos para ofrecer desayuno y almuerzo gratuito a los niños.

4.- Ayudas de hasta el 30% de sus ingresos para las familias que no pueden afrontar sus hipotecas.

5.- Nacionalización de los bancos.

6.- Nacionalizar las antiguas empresas públicas de sectores estratégicos para el crecimiento del país (ferrocarriles, aeropuertos, correos, agua…).

7.- Facilitar a los inmigrantes la reagrupación familiar. Permitir que los inmigrantes, incluso los indocumentados, tengan acceso pleno a la sanidad y la educación.

8.- Recuperar los convenios colectivos.

9.- Someter a referéndum vinculante los tratados europeos y otros acuerdos de importancia.

10.- Nacionalizar los hospitales privatizados. Eliminar toda participación privada en el sistema público de salud.

11.- Retirada de las tropas griegas de Afganistán y los balcanes: ningún soldado fuera de las fronteras de Grecia.

12.- Romper los acuerdos de cooperación militar con Israel. Apoyar la creación de un estado Palestino dentro de las fronteras de 1967.

13.- Cerrar todas las bases extranjeras en Grecia y salir de la OTAN.

Este programa empata con algunos planteamientos que veíamos en el video del inicio (la conferencia de prensa del PTS en Argentina después de la elecciones primarias) y es la recuperación de un programa revolucionario que ahora llega a las masas por muchos medios y que dada la fuerte crisis económica gana adeptos por miles.

Como podemos observar es real el avance del planteamiento marxista y se traduce en un la lucha política concreta; en el mundo entero se está hablando de un regreso de la lucha de clases, se relee a Marx y se reinterpretan a los marxistas. El marxismo como cuerpo teórico crítico de la modernidad capitalista siempre ha sido atacado por la reacción, pero en un clima de asenso en la lucha social es difícil refutarlo.

Si, como hemos planteado en este ensayo, las tesis marxistas siguen tomando fuerza, quedará demostrada no solo su capacidad explicativa sino la superioridad teórica de esta teoría con respecto a los postulados de las teorías sociales burguesas que niegan la lucha de clases.

Desde nuestra perspectiva como organización estudiantil consideramos fundamental comprender al marxismo como una teoría viva y en constante movimiento, no como una teoría estática, romper con los dogmatismos característicos muchas veces de la interpretación de Marx no es una tarea fácil pero creemos que la interdisciplinariedad puede contribuir bastante, incorporar elementos de otras áreas y debatir constantemente es una buena forma de lograra una teoría que rompa con esquemas sectarios. Así cuando Slavoj Zizek combina a Lacan con Marx o cuando David Harvey analiza el impacto geográfico del aporte marxista vemos con buenos ojos el avance del planteamiento.

Por otro lado la crítica de los intentos de llevar el marxismo a la práctica y en particular a los estados obreros degenerados antiguos pertenecientes a la URSS deberá ser una tarea permanente de análisis y reflexión entre quienes buscamos transformar de fondo nuestra realidad.

Las tareas para los revolucionarios en el siglo XXI no son pocas, mientras el capitalismo amenaza con llevar a la humanidad a una crisis civilizatoria, los jóvenes tenemos la obligación de enfrentar nuestra realidad y nuestro sombrío futuro, levantemos pues la cabeza y construyamos juntos organización sin olvidar jamás que como diría Salvador Allende: “La historia es nuestra y la hacen los pueblos”.
 
Ponencia presentada en el foro "La crisis del capital y el regreso de Marx" realizada el jueves 20 de septiembre en el auditorio de posgrado de la FES Acatlán.

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