Una nueva etapa de la lucha estudiantil y social en México
A propósito de la situación en el CCH Naucalpan, en la UACM y en Durango
A últimas fechas, y en el contexto de la
imposición de EPN, el descrédito de este personaje y la presión ejercida desde
diversos sectores hacia el sistema electoral mexicano ha dado por resultado que
el TEPJF (Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación) haya vertido su fallo final sin miramientos en un esfuerzo por disipar las fuerzas sociales que se oponen al
regreso del PRI a los Pinos. Aunado a esto, las distintas luchas sociales en el
país se han visto obligadas a entrar, nuevamente, en una lucha por subsistir
ante, por un lado, los esfuerzos del sistema
por atomizar lo más posible sus fuerzas; y por el otro, sus
problemáticas internas relacionadas con la división política y el desanimo
generalizado. En este panorama abonamos al análisis de algunas coyunturas políticas
que se han presentado en últimas fechas:
a) El caso del CCH Naucalpan. El cual nos
parece muy importante dado el nivel del crispación política y el posible
resurgimiento con fuerza de la lucha estudiantil en el nivel medio superior; ya
que más allá de las peticiones del pliego petitorio a las que nos sumamos (cese
de la credencialización forzosa y retiro de las cámaras de seguridad; respeto a
la organización estudiantil, conciliar diversos subsidios al transporte y a los
comedores estudiantiles; y cese del acoso sexual y de otra índole); son los
eventos ocurridos el jueves 23 de agosto, donde fue reprimida una asamblea
pacífica por parte de las autoridades universitarias y los ASE’s, lo que nos
hace parecer pertinente que el movimiento #YoSoy132 y la sociedad en general
tome en cuenta que no solo es anticonstitucional el obstruir la libre
asociación de esa forma, sino que representa un verdadero insulto a los afanes
libertadores y emancipadores del pueblo y un peligro para las libertades de
todos; además de ser parte de una política de control hacia la base estudiantil
en particular en la UNAM, base que históricamente ha sido protagonista de la
lucha social en México.
b) Las elecciones en la UACM. El pasado
martes 13 de agosto se realizaron elecciones para renovar el Consejo
Universitario (CU) en la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, al
respecto Javier Marmolejo, profesor y consejero, comentó: “Enfrentamos una
elección inequitativa, que intentó imponer la propia fuerza de la actual
administración. A pesar de ello, las planillas opuestas a la administración de
la Doctora Orozco resultaron vencedoras”. Igualmente comunicó que “de los 55
puestos en disputa 33 asientos de consejeros académicos y estudiantes fueron
ganados por críticos de la actual administración”. Esto ocurrió antes de que
por medio de una serie de imputaciones absolutamente infundamentadas la
rectoría se robará olímpicamente las elecciones en varios palnteles. Es por
esto que desde el Colectivo Ratio nos pronunciamos por tomar acciones
contundentes (toma de planteles, e incluso si es necesario emplazar a huelga)
dado el atroz cinismo y el enorme riesgo que corre la UACM de perder toda su
esencia crítica fundacional ante la
monstruosa administración de la señora Esther Orozco.
c) La represión en contra de la Normal Rural
“Raúl José Guadalupe Aguilera” en Canatlan, Durango. El pasado martes 21 de
agosto el desarrollo de un proceso de ingreso de nuevos alumnos a la normal no respetado y el retiro de becas alimentarías a la comunidad estudiantil trajo
consigo una brutal e injustificada represión en contra de la comunidad por
parte de granaderos de la policía estatal. El saldo será de al menos 17
compañeros lesionados (al menos uno hospitalizado). Esto se suma a la larga
lista de agresiones (la más terrible y reciente el asesinato de dos compañeros
el 12 de diciembre pasado en Michoacán) en contra de uno de los bastiones más
revolucionarios y emancipadores del campo mexicano. Desde el Colectivo Ratio
conminamos a todo el 132 a pronunciarse al respecto y a brindar todas las facilidades para que sus demandas sean
escuchadas, ya que la lejanía y la marginación juegan un papel fundamental a
favor del Estado que se pretende impune al considerar que nadie abogará por
nuestros compañeros normalistas.
Aunado a estas luchas, existen nuevos
escenarios que se han abierto en esta coyuntura. Nos referiremos ahora a un
escenario en particular: Las nuevas luchas en Toluca y el Estado de México. Una
de las herencias más gratas que ha dejado el movimiento #YoSoy132 es haber
plantado la semilla de la revolución en los baluartes mismos del priismo; actualmente,
muy por debajo de lo aparencial, han aparecido por toda la zona metropolitana
de la Ciudad de México, en Toluca y en los pueblos del Estado verdaderos
movimientos y organizaciones, la mayoría no estudiantiles, de personas del
pueblo raso que agobiados por la desesperante aspecto de su realidad material
encontraron en el 132 una esperanza a la cual sujetarse. Sin embargo, desde el
principio el movimiento ha encontrado ahí una de las resistencias más férreas:
infiltraciones descaradas de prisitas y panistas, torpes y claudicantes
posiciones obradoristas y (sobre todo) perredistas; falta de experiencia
política, intimidaciones, abiertas agresiones y represión. El Colectivo Ratio
ha iniciado un modesto trabajo al respecto, pero la labor es titánica y las
organizaciones auténticamente revolucionarias habrán de intentar rescatar al
movimiento en esta entidad en concreto sino se quiere perder a cientos de
militantes potenciales y verse así, literalmente, rodeado de priismo en el D.
F.
Todo lo anterior nos hace comprender que
la lucha en México está entrando en una nueva etapa. Cierto es que el 132
perdió cierto impulso con el fin del proceso electoral, pero continua siendo
peligroso y por ende será atacado desde su orbita más local, y será
precisamente desde esa esfera que habrá de fortalecerse para volver a las
calles de forma masiva y bajo ejes de lucha nacional. En este sentido
debemos decir que la lucha ha de ser local pero jamás localista. Todos los
triunfos locales han de ser, necesariamente, producto de la interconexión de
las luchas al tiempo que esta interconexión sirva de retroalimentación para el
fortalecimiento del movimiento en general.
Igualmente los casos de la UACM y el CCH
Naucalpan irán dotando al movimiento de la clara conciencia de que, aunque
el movimiento se declare pacífico, no puede ni debe ser pacifista a ultranza
pues esto es un autentico suicidio. Ante la obvia fatuidad de la legalidad
y el estado de derecho el movimiento ya no se puede seguir en el éter de la
lucha jurídica y se deben de dar pasos hacia la acción política (la presión por
medios más contundentes, las tomas, las huelgas, el desconocimiento de las
autoridades impuestas). Pero para todo esto primero será necesario reagruparse,
dar las discusiones políticas necesarias y, aun suene esto a linchamiento,
deshacerse de las posiciones que han traicionado e intentado vender al
movimiento, es necesario volver a hacer trabajo dentro de las escuelas, de los
barrios y las comunidades antes de pensar en acciones globales. Finalmente,
planteamos la propuesta concreta de concertar esfuerzos entre los integrantes
del movimiento de la Ciudad de México, el Estado de México y Morelos a fin de
generar organismos de construcción (más no de toma de decisión política) a fin
de fortalecer las luchas en nuestra orbita más inmediata.
POR EL FORTALECIMIENTO DEL MOVIMIENTO
SOCIAL, LIBRE E INDEPENDIENTE DE LOS TODOS PARTIDOS DEL RÉGIMEN EN MÉXICO.
¡NO A LA IMPOSICIÓN!
¡YO SOY 132 VIVO!
Colectivo Ratio
Septiembre de 2012.