Mi foto
El Colectivo Ratio una organización política revolucionaria de jóvenes, que busca transformar de fondo el sistema económico, político y social que funciona actualmente. Trabajamos en la búsqueda de una sociedad justa, sin explotados ni explotadores y en armonía con el medio ambiente. Entendemos que esta sociedad es opuesta a la imperante y sólo se podrá realizar cuando el pueblo trabajador tome consciencia y decida acabar con este modelo de desarrollo, imponiendo un modelo que nos beneficie a todos y a todas, y no solo a unos cuantos, un modelo donde no sean las cosas lo importante, sino sean las personas, los pueblos y la naturaleza lo importante, en resumen un modelo socialista.

miércoles, 17 de agosto de 2011

Utopía a $59.82 la jornada


Por Xochitl Mendoza



Caminando frente a un Starbucks, veo el reflejo de mi huipil sobre la ventana que separa una clase social de otra; espejo de explotación y de la guerra por los recursos.

Tomo la combi y una linda dama morena esforzándose por pronunciar palabras en un mal español me pide que pase su pasaje. Mientras, un par de  jóvenes pasan velozmente a un lado de nosotros en su BMW Z4. El chofer de la combi intenta rebasarlos, ignorando a todo aquel que le pedía la parada, fracasado en su empresa decide bajar la velocidad de golpe, mientras nosotros nos caíamos uno sobre otro.

-¿Qué es esto?- me dije. - ¿En que momento caímos en esto?-.

Llego a mi casa y prendo la televisión. Veo en “The age of stupid”[1] a niños jugando a matarse, a nigerianos extrañados por el despojo de sus tierras, asesinatos y violaciones cometidos por parte de la petrolera Shell. Pasa un comercial – Cansado de dormir mal, compre side sleeper pro y duerma tranquilo-. No se porque sentí repudio.


Se que mañana pasaré por lo mismo, veré en el metro a niños explotados, a jóvenes ataviados  con moda buchona[2] queriendo ganar de menos 500 pesos diarios y farolear con sus diamantes en el lóbulo de las orejas.

-Es el capitalismo- me digo, -este maldito sistema que nos dice que hacer, que vestir, que comer y que pensar-. -¿En que momento decidieron que yo valía $59.82 la jornada[3]? ¿En que momento tuve que dejar de convivir con mi familia para pasar doce horas trabajando y seis en el trayecto? ¿Cuándo fue que perdí a mi familia, desconocí a mis hermanos y mi perro me desconoció?-

Nunca estoy en mi casa y soy una extraña en mi cama, no tengo tiempo de cocinar, de comer, de pensar. Solo quisiera llegar y platicarle a mi familia mi día…pero… siempre estoy tan agotada, mis ojos se cierran y la cabeza me duele por el hambre y el sueño. Pero decido ir a dormir con una manzana, dos litros de agua y un sándwich de atún en la panza.

Todo por querer llegar a ser clase media.

Si pudiera decidir, me volvería militante del Abya Yala[4], me organizaría en mi comunidad para plantar alimentos básicos, apagaría la televisión y me permitiría soñar.

Pero… ¡que diablos!
¡Puedo decidir!
¡Puedo hacer todo lo que me imagino!, ¡al diablo con querer ser clase media!, ¡no lo necesito!
¡Necesito recuperar a mi familia!
¡Necesito pensar libremente!
¡Necesito militar!







[1]Documental del director Franny Amstrong. Sinopsis: En el año 2055, cuando la humanidad ya no existe como especie dominante del planeta, un hombre solitario contempla cómo el mundo que le rodea se ha convertido en un lugar totalmente devastado por el cambio climático. Para entender lo ocurrido, decide ver una serie de reportajes sobre lo que los seres humanos hicieron contra el medio ambiente. Luego de presenciar varias décadas de catástrofes y sobreexplotación de los recursos, él se hace una sola pregunta: ¿por qué no hicimos nada para evitar la desgracia cuando todavía estábamos a tiempo?
[2] Dentro de los buchones “su concepto de riqueza consiste en vivir en el exclusivo fraccionamiento Colinas de San Miguel, manejar una camioneta todoterreno con neumáticos anchos y rines de aluminio, comer mariscos y carne asada, dar propinas de cien dólares, beber Buchanan’s en las rocas, cambiar rutinariamente de celulares, vestirse a la moda italiana, mirar televisión por cable, tener aire acondicionado, caballos pura sangre bailadores, un rancho de 20 hectáreas, un jet, una bolsa Louis Vuitton de 400 dólares (que usa como cangurera para guardar tres cosas imprescindibles: cocaína, un revólver y dinero, mucho dinero) y acostarse con una mujer distinta cada día.” Pero reproducciones de estos los podemos encontrar en el metro de la ciudad de México vendiendo discos  piratas o en las calles de cualquier zona marginada del Estado de México vendiendo droga sobre sus motos italika. Pero todos ellos guardan la misma filosofía “todo eso te da poder y la gente te mira con miedo, con respeto”.
[3]  Resolución del H. Consejo de Representantes de la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos que fija los salarios mínimos generales y profesionales vigentes a partir del 1 de enero de 2011. 
[4] nombre original con el que los indígenas cuna (Panamá) acordaron llamar a América antes de la llegada de Colón  que significa “tierra en plena madurez” sugerida por el líder aymara Takir Mamani, quien propone que todos los indígenas lo utilicen en sus documentos y declaraciones orales. El Abya Yala emerge y existe para fortalecer los principios indígenas de una cosmovisión integral de armonía, reciprocidad, igualdad, solidaridad, e integridad moral, teniendo como meta la autodeterminación basada en la relación integral entre el conocimiento científico y la espiritualidad indígena.